viernes, 8 de abril de 2016

Naike Ponce

Naike Ponce
 Naike Ponce, de Sanlúcar de Barrameda, es gaditana en su cante aderezado con las instrucciones de la escuela sevillana de la Fundación Cristina Heeren y la experiencia flamenca acumulada durante su trayectoria como cantaora. Durante los últimos diez años ha girado por medio mundo con diferentes compañías de danza y flamenco.

En la actualidad, está entregada a la esencia más pura de la expresión flamenca, caminando libremente con objetivos personales llenos de duende, amor, arte y respeto.
Actualmente reside en Madrid, donde recorre los teatros, tablaos y compañías flamencas más importantes de la ciudad como el CASA PATAS y el CARDAMOMO

1-¿Qué es para mí el flamenco?, ¿Cómo empezó todo para ti?
  
Una manera de definir bien lo que el flamenco significa para mi podría ser comparándolo con mis piernas. El flamenco ha estado siempre en mi vida, ha sido siempre mi herramienta de expresión, lo que me ha llevado y lo que me traído de un sitio a otro.


Bailo desde los 3 años, siempre quise ser "bailaora", y desde los 9 años de la mano de Encarnación la Sallago, una gran cantaora de Sanlúcar de Barrameda, mi tierra, comencé a cantar. Además en mi familia siempre a habido baile y cante. En la familia de mi madre, mi abuelo era un gran saeteo y fandanguero, "el Niño de Monteolivete" le decían, aunque no pude conocerle, pero supongo que lo llevaré en los gene. Y mi abuela, era la tonta de un baile. Siempre he escuchado a mi madre cantar en mi casa y a todos mis tíos en las reuniones bodas y bautizos. (Risas)

Para mí el flamenco siempre ha sido mi herramienta de expresión y sanación, la conexión conmigo misma y con el 'todo'. 
En el flamenco puedo encontrar mis entrañas y a la medida que iba aprendiendo, estudiando y conociendo a gente. Empecé a trabajar desde muy pequeña concursos, festivales, recitales. Creo recordar que mi primer contrato de trabajo formal fue a los 10 años.



2-¿Quiénes han sido los flamencos referentes en tu vida?

Siempre he sido muy aficionada, pero no exclusivamente al flamenco, al arte en general, mis referentes flamencos no han sido solo flamencos, porque no solo los que hacen flamenco son flamencos. (No sé si me explico) (Risas).


Mi madre fue mi primer referente que tuve, la voz de mi madre, su perfecta afinación innata. Y bueno, siempre me fijé en "Moraito", "la Paquera", "la Fernanda" y "la Bernarda", "Cepero", "Paco de Lucia", Lola Flores, "Caracol", Mairena, "Chocolate", Familia Agujetas, "Indio Gitano", "El Funi", "La niña de los peines", "Los Perrate", "El Chaqueta", "La Perla", "Camaròn", Enrrique Morente, Manolo Sanlùcar, "Piriñaca", Tomás Pavón, Manuel Soler, Aurora Vargas, "El Torta", Carmen Amaya, "Marifé de Triana", Rocio Jurado, María Jimenez, "Sal Marina", Jannis Joplin, Michel Jackson, "las Grecas", "los chichos", "Lole y Manuel", "Saura", Remedios Amaya. Seguro que se me olvidan muchos. Me encantaban los festivales de "Onda Jerez", me los cargaba todos. Y también escuché leve metal en mis principios mucho. Pienso que se aprende de todo el mundo. Yo siempre he estado bien alerta a eso, y he tenido la suerte y el honor de trabajar siempre con músicos, que es como más se aprende, compartiendo, trabajando, conviviendo, viviendo.

3-¿Cómo definirías tu voz?, ¿Cómo has conseguido hacerte un hueco en el mundo del flamenco?

Mi voz siempre fue oscura, rozada, sensible y fuerte a la vez, caliente y suave, rasposa como la lengua de un gato y a la vez como la piel de melocotón, la verdad es que no sabría definirla bien. (Risas). Pero siempre me gustó, aunque hay un trabajo muy grande detrás, nada viene del cielo.



El mundo del flamenco o de cualquier arte es imprevisible, yo me he dedicado siempre a disfrutar de lo que estaba haciendo con la gente que lo estaba haciendo, para mi trabajo aunque tiene sus inconvenientes y nada es un camino de rosas, es un motor importante en mi vida, mediante el cual no solo expreso mis sentimientos, si no, mediante el cuál conozco lugares y personas maravillosas, una manera de vivir, fluir y me encanta.



Lo del sitio o hueco, creo que hay sitio y hueco para todos pero en el mundo, en el universo, igual que todos y mi derecho a expresarme con libertad.

En este punto de mi camino,  me siento con muchísima ilusión, muchos proyectos nuevos. El reciente proyecto con José Suarez Paquete, Con Nombre De Mujer, un trabajo que ha sacado de mi otro registro, que aunque ya conocía no había profundizado, una Naike más sensual, más tranquila y camaleónica, (risas). Donde he podio robarle to lo que he podio al maestro y con varias colaboraciones por hacer  mi primer espectáculo  y muchos caminos, personas y lugares bellos por recorrer y que siga.



4-Como podemos ver últimamente estás recorriendo parte de territorio nacional e internacional. ¿En qué sitios te has sentido más a gusto en el escenario?

Sentirse a gusto en el escenario depende de muchos factores, muchísimos, pero la tierra tira y las mejores experiencias las he tenido en Australia, África y América del Sur. Supongo que por el parecido a mi tierra y el calor de la gente, del clima. Sentirse como en casa para un artista es super importante.



Me gusta trabajar con personas más que con artistas en general que lo hagan desde el corazón. Esos son mis preferidos y también con músicos de gran  personalidad. Me gusta lo diferente, no pongo límites a la hora de elegir un estilo musical o diferentes circunstancias o músicos. Me fascina probar, investigar, enriquecerme y saco de cada experiencia siempre cosas buenas, que sirven para formarme.



Gracias Naike.

1 comentario:

  1. Grande Naike, llevo años siguiéndola y tiene unos metales en su voz, que en esta entrevista los define perfectamente, como piel de melocotón. Por otra parte, ha tenido los/las mejores referentes, casi nada a todos los artistas que ha nombrado. Y también ha definido perfectamente, más que un pensamiento, una certeza, se trabaja con personas y es importante puesto que si no existe la química es muy, muy difícil. Hablo como músico guitarrista que soy, he estado tocando en los 70 rock, después algo de jazz, y me decanté por el blues. Y también, al ser de la tierra (La Isla) me trasladé a Jerez para estudiar flamenco, de esto hace ya más de 7 años y descubrí un mundo sin fin.

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